Lider: el erróneo significado del poder (2da parte)
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La humanidad del líder Como escribía en la entrega anterior, el liderazgo no es cuestión de poder, sino de empatía, de humanidad. Ser líder implica despojarse del orgullo y la prepotencia para entender el proceder de los demás, aquellos que están bajo nuestro cargo. Desde la antigüedad hemos asociado el liderazgo con el poder para doblegar los sentimientos de los subalternos, opacar sus opiniones, someter voluntades y hacer prevalecer nuestros ideales. Sin embargo, el liderazgo tiene una asociación intrínseca con la flexibilidad, el escrutinio emocional, la empatía, la bondad, la comprensión y la autoridad democrática. No se debe confundir el dictador con el líder. El primero, es un déspota, vanidoso, impulsivo, desalmado, que busca su propio bien escudado bajo su "autoridad", alguien a quien no le importa el bienestar del ser humano que dirige. El segundo, es un conciliador, humanitario, democrático, benevolent...