Comentario Crítico sobre la obra literaria: Carta de una desconocida, del autor Stefan Zweig

 La desigualdad amorosa expuesta como filosofía


Por: Anny Núñez y Maribel Núñez


     La obra que se comentará en esta ocasión, titulada Carta de una desconocida, cuenta con una estructura simple que se expone en 23 páginas con una frecuencia repetitiva.  Esta historia inicia con un párrafo introductorio seguido de una carta muy explícita y concluye con un párrafo final que cierra el proceso. La obra ha sido adaptada dos veces al cine, una en 1948 y una versión asiática en el 2004. Trata sobre el amor obsesivo e incondicional que siente una joven por un novelista famoso, sin que él se entere y, por ende, lo corresponda, pero del que se da cuenta a través de la carta anónima que recibe el día de su cumpleaños. La relevancia de esta obra consiste en la construcción psicológica que hace el autor de los personajes y la brillante técnica narrativa que utilizaba.  Stefan Zweig, quien fuera un escritor austríaco del siglo XX, componía obras teatrales con un estilo muy particular.  Entre sus obras se pueden citar: Tersites (1907) y La casa junto al mar (1911) (Ruisa et al 2004).  El propósito de este comentario es indicar la perspectiva asumida sobre la textura temporal y el modo narrativo, desde la teoría de Genette.

     A lo largo de la obra se desarrolla el tema del amor incondicional y obsesivo de una joven.  Este amor primero inicia en la curiosidad de una niña que se siente atraída por el joven escritor que se ha mudado frente a su casa, pero va sufriendo la metamorfosis cronológica y natural, pues la niña evoluciona como mujer y con esto, sufre una variación en sus sentimientos que los hacen ser más profundos.  Este tema se desarrolla en varios segmentos, según los cambios de posición del tiempo (Genette, Figuras III, 1989).  El primer tiempo es una introducción desde el presente de la remitente, el segundo tiempo es una analepsis interna hetorodiética, en donde se narra todo lo vivido en el pasado y el tercer tiempo, que ha estado activo interactuando a través de la carta con los tiempos anteriores, es el presente, vivido por el lector, que es el novelista. El contenido de la obra tiene gran relación con el título, pues esta historia la cuenta una mujer “desconocida” a través de una carta, a pesar de que ella ha intercambiado momentos con el novelista, pero este no la recuerda. 

     El modo narrativo en gran parte de la obra es el de un narrador autodiegético o interno (intradiegético), que cuenta la historia desde su perspectiva y a la vez forma parte de ella. También es oportuno indicar que en algunos momentos interviene el narrador heterodiegético o externo (extradiegético), pues se narra lo que siente el novelista al recibir la carta, al cumplir años, al analizar el contenido de la carta y las emociones que lo envuelven cuando finaliza su lectura.  Del mismo modo, se puede señalar que estos tipos de narradores no se mezclan en la narración, los momentos del narrador omnisciente están al inicio y al final de la obra. El narrador auto diegético cuenta su historia dirigiéndose en segunda persona. Emite preguntas directas, utiliza lenguaje familiar y palabras cargadas de sentimientos.

     La relación entre la pareja fue unilateral, pues sólo la mujer participó de manera íntegra. El escritor en cada encuentro que tuvo con ella ni siquiera se enteró de su nombre y aunque prometía llamarla, nunca la recordó. En tanto ella siempre guardó la esperanza de que él se acordara de ella.  Existe, pues, un contraste entre los puntos de vista de ambos. Mientras ella pasó su vida pensando en él y el amor que sentía, esperando que él la buscara, vigilando su casa y tratando de encontrarlo; él siguió desarrollando su estilo de vida bohemio, frecuentando diferentes mujeres, viajando a diversos lugares, pero nunca la recordó como ella anhelaba. La obsesión de ella no le permitió ver la realidad de la relación o quizás no le daba importancia a la actitud del novelista.  La relación sentimental que se muestra en la obra es de desigualdad amorosa, ya que la única enamorada era la remitente y el novelista, quien evidenciaba ser escéptico y libre, nunca la tuvo en cuenta como el amor de su vida.  Se puede observar que el autor hace ver la manera en que las personas pueden mantener un sentimiento no correspondido y hacerlo crecer hasta formar su propia realidad.

     Los personajes de esta obra son elaborados desde ciertas filosofías, por ejemplo, la familia de la joven enamorada pasó a un segundo plano, pues no se evidenciaba ese interés de madre a hija y sufría la ausencia del padre, a pesar de haberle enseñado a ser casta y a vivir honradamente en medio de su pobreza.  La joven padecía de limerencia, pues su amor incondicional se había vuelto irracional de una forma involuntaria que no le permitía pensar y actuar con coherencia, ya que, si el novelista aparecía, ella podía dejarlo todo e ir tras él.  Ella estuvo varias veces con el novelista; encuentros furtivos que se daban por casualidad, pero que le daban las fuerzas para esperar a que él regresara y entonces se diera la serendipia nuevamente.  Siempre la meta de ella era estar con él. Admite que era como una fuerza sobrenatural que le impedía negarle lo que él le pidiere. Para lograr esta meta, estuvo en constante vigilancia al punto de conocer todas sus rutinas y a todos sus visitantes. Ya de adulta dedicaba su tiempo libre para observar su casa, lo cual le permitió los primeros encuentros, a sabiendas que él no tenía idea de quién era ella y de que su estilo de vida era libre y escéptico.

     Es una obra de fácil lectura que ata al lector desde la primera línea, debido a la sutileza del autor cuando une la construcción psicológica de los personajes con una excelente narrativa.  Para captar la atención del lector, el autor combina el sosiego con la tensión, logrando que el lector se identifique y se sumerja con los sucesos de los personajes. Las palabras están escogidas magistralmente y es una obra totalmente verosímil. La narración tiene una presentación diferente a las convencionales, dándole voz a una mujer que habla desde su alma como gritando todo aquello que ha callado tanto tiempo. Contiene un tema de actualidad: la obsesión por una persona y los actos realizados en nombre de esta. 

Genette, G. (1989). Figuras III. Barcelona: Editorial Lumen.

Ruisa, M., Fernández, T. y Tamaro, E. 2004. Biografía de Stefan Zweig. Biografías y Vidas.          La Enciclopedia Biográfica en Línea.  Barcelona, España




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