La magia de la literatura


Coautoras: 

Maribel Núnez Méndez

Glenny Martínez López

 

     Hay muchas cosas en la vida que dan placer al ser humano; la brisa cuando hace volar tus cabellos, el sonido del canto de los pájaros, el mover de las hojas de los árboles, el sonido del mar... pero, otra de estas maravillas embotantes es la literatura. 

     La literatura es un arte maravilloso, pues no solo es capaz de entretener, sino de abrir las puertas a otros mundos posibles en los que el individuo puede ser quien quiera, cuando quiera y como quiera. Esto quiere decir que, a través de la literatura el hombre se hace dueño de quien es y domina su universo. Entonces, se puede afirmar que estamos frente a algo que de aquí en adelante denominaremos la magia de la literatura. 

     Tener el poder de escribir unas líneas que transportan al receptor a un universo paralelo, es magia. Describir cada momento, cada espacio, cada detalle, de forma que puedan ser visualizados, es magia. La literatura es mágica para los escritores, porque se deja una parte de uno mismo en cada escrito, primero se vive o se imagina el momento, luego se plasma con tinta. También es mágica para el lector, pues lo que lee, le produce sensaciones diversas que conectan directamente con sus sentimientos. ¿Quién diría que a través de una lectura nos sentiríamos como aventuremos,  experimentaríamos tristeza hasta el punto de llorar e incluso nos enojaríamos con los personajes en ocasiones? Y es sencillamente que, la literatura es belleza, es folklore, es arte, es tradición.  La literatura invade nuestros sentidos, nos produce alegría, nos da tristeza, hace brillar nuestros ojos, nos arrebata una sonrisa...la literatura es magia.

     Alguna vez dijo Alfredo Conde que “Ser escritor es robarle vida a la muerte”, sus palabras, llenas de sentido y sabiduría, indican la magia de la literatura, pues solo a través de ella el ser humano se perpetúa en el tiempo. Robarle vida a la muerte puede ser una vana ilusión para cualquiera, mas no para lectores y escritores. Los primeros, son capaces de vivir acontecimientos sucedidos siglos antes de nacer, los segundos, expresan con tinta los sentimientos más intrínsecos y de esta manera se mantienen en la memoria de la historia como ilustres inmortales. 

     La literatura es como un refugio en todo tiempo. Y es sencillamente que se escribe para entender, para amar, para ser amado, para saber, para conocer, se escribe por miedo, por necesidad, se escribe porque no todos saben cantar, pero se deben expresar las emociones, como lo expresa Ruíz (2001). O sea, que la literatura nos acompaña en cada momento; es una salida para expresar la euforia de los buenos tiempos, pero también es la compañía que siempre está cuando hay soledad. La literatura es dolor, es pasión, es alegría y a la vez es todas esas emociones al mismo tiempo, “es una manera de vivir” (Vargas 2019).

     En definitiva, cada escrito literario posee belleza, produce belleza y en esencia, es belleza, en esto consiste su magia. La manera en que la subjetividad y lo objetivo se unen para causar el efecto mágico de envolver al lector y atraparlo entre las redes de la palabra, del sentido, del simbolismo y del sentir. Es la manera sutil de la literatura operar en nosotros. La magia al sentir que vuelas, aunque no te has parado de la silla, la percepción de los olores cuando lo estás leyendo con tan amplia descripción que pareciera que te has perdido en las páginas son solo algunas de las tantas maravillas en las que nos adentra este arte. Tampoco podemos dejar de lado, la sensación de satisfacción cuando escribes, cuando puedes pasar tus pensamientos a las letras, cuando le das vida a tus personajes y cuando ves que tu obra maestra surte el efecto deseado en aquellos que se enamoraron de tu historia porque esa, esa también es la magia de la literatura.


Ruiz, J. (2011). Por qué escribo.  El País. Reportaje 2 de enero.

Vargas, M. (2019). Entrevista televisiva. Caracol TV.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La Inteligencia Artificial en la Educación

El Lazarillo de Tormes: ¿Esta tan alejado de la sociedad actual?

La influencia de los padres en la vida de sus hijos