La presencia social en la virtualidad
La presencia social en la Virtualidad. Realidad docente.
Hoy día, estar viviendo una realidad pandémica, como lo es el Covid-19, nos ha puesto de frente con el rompimiento de paradigmas arraigados en el interior, ya sea por nuestras creencias o por nuestras actitudes.
Los docentes se enfrentan con las limitantes de no saber cómo crear presencia social utilizando un ambiente virtual.
Se han publicado muchos artículos en donde se debate la carencia de presencia social, debido a que el paradigma existente es que la pantalla no nos permite interactuar de manera libre y real. Idea que está arraigada al patrón tradicional de la enseñanza; enseñamos como se nos enseñó. Muchas de las dificultades que presentan los docentes y también el alumnado se debe al hecho del temor tecnológico, pues la mayoría no maneja de forma idónea los ambientes virtuales.
Estamos acostumbrados al marcador y la pizarra, al papel, al confort que brinda la presencialidad. Sentimos temor ante las innovaciones tecnológicas y muchas veces nos preocupamos porque no tenemos la menor idea de cómo lograr que la presencia social sea efectiva en un entorno virtual.
González y Hernández (2008), explican que a los docentes se les hace difícil asumir la implementación de las nuevas tecnologías como creadoras de espacios y potenciadoras de participación y comunicación. Esto se debe a que perciben el entorno virtual como una instrumentación, más que como un ambiente.
Los avances tecnológicos permiten que nos comuniquemos en entornos totalmente nuevos sin la necesidad de estar sujetos a un medio físico. Nos permiten la realidad de crear una presencia social haciendo que, nuestros estudiantes interactúen, participen en el proceso aportando sus ideas y componiendo el conocimiento de tal manera, que puedan envolverse en una presencia activa.
Es necesario que, como docentes rompamos los paradigmas tecnológicos que traemos anclados y nos apropiemos de las innovaciones creadas para que el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje pueda darse de manera efectiva, sin la necesidad de que sea frustrante o tedioso.
La situación por la que atravesamos como parte del mundo, nos ha guiado a crear, encontrar y aprender a utilizar múltiples herramientas que facilitan y potencian el aprendizaje. Es tiempo de que, como docentes, tomemos la iniciativa de actualizarnos y autoformarnos para poner en práctica las metodologías activas sin que estas se utilicen solo como un instrumento.
Vamos a crear la presencia social en nuestras clases virtuales.
González, M. y Hernández, M. (2008). Interpretación de la Virtualidad. El Conocimiento Mediado por espacios de Interacción Social. Nueva Ëpoca 8(9). p.10
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